Tu partida me duele. La soledad me confunde. El recuerdo de tu voz y de tu rostro me golpea. Y la necesidad de hablarte me domina.
¡Alto y mira la señal!
Yo doblo a la derecha y tú doblas a la izquierda.
Mentí y te mentí. Una temática que se repite en mi vida.
Finalmente comprendo las consecuencias de una mentira.
¿Una obsesión?
Camino de regreso, cuando la noche se aproxima, yo abro nuevamente la puerta de un mundo que se cerró en tres semanas.
Yo pienso en ti ahora.
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